Dr ROBERT D. BALLARD

El Dr. Robert D. Ballard, nacido en Witchita, Kansas, Bob Ballard se graduó de la Universidad de California en la carrera de Geología y Química y una comisión para la Inteligencia en la Armada de EEUU.
Posteriormente fue transferido a la Reserva Naval, donde fue nombrado comandante.
Asistió a la escuela de graduados en la Universidad del Sur de California y la Universidad de Hawai y recibió su Doctorado en Geología Marina y Geofísica de la Universidad de Rhode Island.
A lo largo de su carrera, Ballard ha dirigido o participado en más de cien expediciones al fondo del mar.
Sus contribuciones científicas incluyen el descubrimiento de los restos del R.M.S. Titanic, del barco de batalla alemán Bismarck, de la más grande concentración de antiguos barcos romanos encontrados en el fondo del océano y del U.S.S. Yorktown.
Recientemente Ballard exploró la región del Mar Negro, buscando una explicación a la leyenda del diluvio.
También ha explorado muchos restos de barcos hundidos como el Lusitania, Britannic, y Andrea Doria.
Ballard realizó la primera exploración tripulada a la placa media del océano, el descubrimiento de los mantos de aguas calientes en Galápagos y sus exóticas comunidades animales, y el descubrimiento de las "fumarolas negras" de alta temperatura en profundidades abisales.
Este personaje es el autor de 15 libros y más de 50 artículos científicos, incluyendo muchos para la revista National Geographic.
Fundó la Fundación JASON para la Educación y actualmente es presidente del Instituto para la Exploración en Mystic, Connecticut.
Junto con su esposa, Barbara, fundó Odyssey Expeditions, una compañía creada para manejar proyectos no académicos.
En 1996 recibió la medalla Hubbard de la Sociedad de National Geographic.
El interés en los restos del Bismarck despertó en gran medida después del descubrimiento del Titanic en 1985 por el famoso explorador y científico estadounidense Dr. Robert D. Ballard.
La primera expedición destinada a encontrar al Bismarck en julio de 1988 no tuvo éxito. Se realizó un segundo intento en mayo de 1989, y el 8 junio de 1989, Ballard y su equipo encontraron por fin el acorazado en el fondo del océano.
El buque se encuentra a unas 600 millas al oeste de Brest y a una profundidad de 4.790 metros.