ACORAZADO BISMARCK

El Estado del Buque
El casco se encuentra boca arriba enterrado en el fango hasta más o menos la altura de la línea de flotación. A pesar del terrible castigo sufrido por los proyectiles británicos y los efectos obvios del hundimiento, el buque está sorprendentemente en una condición relativamente buena. 
Pocos buques naufragados se conservan es un estado tan bueno como el Bismarck, y excepto por una pequeña parte de la popa el casco está intacto. Las torres de la artillería principal se desprendieron del casco cuando el buque se hundió, así como otras partes de la superestructura como el mástil-torre y la chimenea. Sin embargo las seis torres de la artillería secundaria y la mayoría de las piezas antiaéreas todavía están con el buque. 
El puesto director de proa y el puente de mando, aunque dañados también se conservan en su sitio.
Considerando el hecho de que la mayor parte de las cubiertas todavía conservan la madera de teca e incluso la pintura, lo más probable es que el Bismarck resista los efectos de la corrosión por lo menos durante varios cientos de años si no más.

Consideraciones Éticas y Legales.
De acuerdo con las leyes internacionales, los restos del acorazado Bismarck hundido en aguas internacionales, son propiedad de su país de origen y están considerados como una tumba de guerra. Después de su descubrimiento, el gobierno alemán se expresó de la siguiente manera respecto a futuras expediciones submarinas:

"Die Bundesrepublik Deutschland betrachtet sich als Eigentümer des ehemaligen reichseigenen Schlachtschiffes Bismarck.
Tauchgänge in das Innere des Wracks sowie Bergungsversuche bedürfen der Zustimmung der Bundesregierung. Diese wird wie in anderen Fällen gesunkener Schiffe aus den Weltkriegen, bei denen mit Toten im Wrackgerechnet werden muß, grundsätzlich nicht erteilt. Die Bundesregierung fühlt sich den beim Untergang des Schiffes zu Tode gekommenen Seeleuten verpflichtet. Gemäß internationalen Geflogenheiten sieht sie das Wrack der Bismarck als Seemannsgrab an, das entsprechend zu respektieren ist."

Traduccion del alemán
"La República Federal de Alemania se considera propietaria del antiguo y soberano acorazado Bismarck. Excursiones submarinas al interior del buque así como intentos de rescate requieren la aprobación del Gobierno Federal. Al igual que ocurre con otros barcos hundidos en las guerras mundiales, dicho consentimiento no es concedido en ningún caso en los que se debe contar con la posibilidad de encontrar restos humanos en el interior del buque La República Federal siente que es su deber proteger a los marinos que perecieron en el hundimiento del buque. Siguiendo costumbres internacionales, vemos los restos del Bismarck como un cementerio de marinos que debe ser debidamente respetado." 

Expediciones Submarinas

Después de la expedición de Robert Ballard en 1989, el Bismarck no fue visitado de nuevo hasta el año 2001. Entre el 5 y el 15 de junio de 2001, Deep Ocean Expeditions (DOE) organizó una expedición al mando del australiano Michael McDowell. 
La expedición llegó el lugar del hundimiento a bordo del buque científico de investigación ruso Akademik Keldysh (6.240 toneladas), que fue utilizado como buque nodriza de dos sumergibles MIR. Estos sumergibles, que ya fueron usados para inmersiones al Titanic, pueden alcanzar una profundidad de hasta 6.000 metros y transportar a tres personas (piloto y dos observadores).
Las coordenadas utilizadas para localizar al Bismarck fueron las de la expedición de Ballard. Heinrich Kunht y Heinz Steeg, supervivientes del Bismarck, estaban a bordo acompañados por el presidente de la asociación de veteranos del acorazado (Marinekameradschaft Schlachtschiff Bismarck) Dieter Heitmann. También se encontraban a bordo dos expertos que instalaron un laboratorio gráfico por ordenador. De esta forma la expedición tenía acceso completo a planos y detalles del buque. Además estos expertos fueron de gran utilidad cuando llegó el momento de identificar pequeños trozos del buque en el fondo marino.


El buque científico de investigación ruso Akademik Keldysh (6.240 toneladas).

Una vez en el lugar del hundimiento, a unas 380 millas al sur de Cork, Ireland, se rindieron los correspondientes honores en Inglés y alemán. Dieter Heitmann presidió el acto siguiendo los protocolos de la Armada alemana para estos casos.
Don Walsh hizo lo propio para con las otras armadas representas a bordo: americana, británica, francesa y rusa. También hubo una corta ceremonia de despedida cuando la expedición abandono el lugar por última vez. Una placa conmemorativa hecha por Blohm & Voss fue depositada en el Bismarck y fotografiada en el segundo día de inmersiones.
Tres equipos de televisión estaban a bordo: IMAX, National Geographic y un grupo alemán. Además había dos equipos de prensa impresa: Focus Magazine (Alemania) y The Mail on Sunday (Inglaterra). Se realizaron ocho inmersiones dobles (dos sumergibles por inmersión) con 24 personas incluyendo los pilotos y tres participantes particulares de pago.
Por supuesto, inmersiones de este tipo son muy caras, y sólo un puñado de personas pueden permitirse el lujo de pagar por semejante viaje. Esta expedición tenía permiso del Gobierno alemán, y el lugar fue tratado con respeto.
Nada fue removido del fondo y sólo se tomaron fotografías y video.
A comienzos de julio de 2001, se montó otra expedición al mando de David L. Mearns, de Blue Water Recoveries, con la intención de encontrar y filmar los restos del mítico Hood. De camino a lugar del Hood la expedición se detuvo para filmar también al Bismarck.
Esta expedición tenía el apoyo de la Royal British Legion, Commonwealth War Graves Commission, Royal Naval Association, Ministry of Defence, y por supuesto de las asociaciones de veteranos del HMS Hood y del Bismarck. A bordo del Northern Horizon, se utilizó un aparato de control remoto Magellan 725 conectado por cable al buque en la superficie.
El Magellan 725 incluía un sonar, cámaras y potentes luces para la observación submarina. El 9 de julio, se tomaron las primeras imágenes del Bismarck que inmediatamente fueron enviadas a la superficie.
Se dejó una placa conmemorativa, que incluía todos los nombres de los marinos caídos grabados en un CD. El 13 de julio, la expedición abandonó el área y arrumbo al estrecho de Dinamarca donde descubrieron los restos del Hood el 20 de julio de 2001.
Fue el acorazado más grande, más poderoso, más veloz y más bello de su tiempo. Su reinado fue corto, pero dejó la más indeleble huella que nave alguna haya dejado en la Historia.
Los hombres que lo tripularon lo adoraban.
Los que lo hundieron lo temían.
Jamás nave alguna despertó tal expectación en todo el mundo. Jamás fueron movilizadas tantas naves para destruir a una sola. Jamás una sola nave despertó tanto temor y respeto entre sus adversarios.
Los acorazados clase BISMARCK (BISMARCK y TIRPITZ) fueron la piedra angular sobre la que Hitler pretendió construir su gigantesco Plan Z. Un plan que debía dar a Alemania la superioridad naval sobre Gran Bretaña en 1945, la tan ansiada talasocracia que el almirante Tirpitz había estado a las puertas de lograr.
El primero de aquellos acorazados, el cabeza de clase BISMARCK fue botado el 14 de febrero de 1939 por la nieta del canciller Von Bismarck ante la complacida mirada de Adolf Hitler y el gobierno alemán en pleno.
La ceremonia tuvo un eco enorme en Alemania y fuera de ella, ya que era el primer acorazado botado en ese país desde la IGM.
En el momento de su botadura el BISMARCK era el acorazado más grande del mundo. Además era el más veloz.
No tenía los mayores cañones, pero sí los más modernos, y era el acorazado mejor blindado. Todo lo cual le convertía en la nave de batalla más poderosa del mundo. Los alemanes, puesto que habían suscrito el Tratado de Washington, no podían construir acorazados de un desplazamiento superior a las 35.000 toneladas, pero el BISMARCK y el TIRPITZ sobrepasaron ampliamente tal limitación.
El BISMARCK devolvió a Alemania la superioridad cualitativa frente a las construcciones británicas tan ampliamente demostrada en la I GM.
En el momento de su alistamiento, ningún acorazado británico hubiera podido oponerse a la nave alemana. El BISMARCK era superior en todos los aspectos a cualquier otra nave del Mundo.
Una obra maestra de la ingeniería naval a la que no escatimaron elogios adversarios como sir John Tovey, el almirante que lo destruyó o sir Winston Churchill, el premier británico que dio la famosa orden ¡Hundid al BISMARCK!
La nave desplazaba a carga estándar 45.170 ton. y a plena carga sobrepasaba ampliamente las 50.000 ton. La velocidad era de 30,1 nudos. Medidas: Eslora 251 m. Manga 36 m. Calado 10,2 m. Armamento: 8-380 mm. 12-150 mm. 16-105 mm antiaéreos. 16-37 mm antiaéreos. 12-20 mm antiaéreos. 1 catapulta y 6 hidroaviones Arado Ar-196. Blindaje: máximo vertical de la cintura acorazada 320 mm y horizontal máximo de la cubierta protectora 100 mm. Dotación: 2.100 hombres (en el momento de su hundimiento llevaba a bordo más de 2.200).

CASCO Y SUPERESTRUCTURAS
Las líneas del BISMARCK acusaban la influencia de los SCHARNHORST tanto en el casco como en las superestructuras con el gran mástil torre y la chimenea única.
La catapulta estaba situada tras la gran chimenea, dispuesta transversalmente y fija, lo que obligaba a modificar el rumbo de la nave cada vez que un avión era lanzado (los aviones debían ser lanzados con viento en contra para frenar su velocidad).
Los dos bloques de cuatro torres de 380 mm estaban muy distanciadas, lo que aseguraba una gran concentración de masas estructurales en el combes de la nave, lo que redundaba en beneficio de la estabilidad, ya de por sí formidable por sus 36 metros de manga (sólo los YAMATO tuvieron más manga) que le convertía en una fabulosa plataforma artillera.
En su construcción se utilizaron los más modernos materiales como aleaciones de acero al cromoníquel y cromomolibdeno, lo que posibilitó que la masa del casco fuera de tan sólo el 27% del total del desplazamiento(en el HOOD era del 36,6%).
Este ahorro de peso fue utilizado en reforzar el blindaje que alcanzó el valor récord de un 41% sobre el total (30% en el HOOD).
El armamento, muy poderoso, sumaba un 16% del total (12,5% en el HOOD). Esta tabla de porcentajes señala el casi perfecto equilibrio logrado por los proyectistas del BISMARCK.

APARATO MOTOR
Las especificaciones de proyecto exigían una velocidad de 29 nudos, velocidad que fue superada por el aparato motor instalado. Las máquinas del BISMARCK eran similares a las de los SCHARNHORST: 12 calderas de tubos de agua Wagner que daban vapor a 475º con una presión de 55 kg. por centímetro cuadrado.
Turbinas Blöhm und Voss con tres grupos de turborreductores acoplados a tres ejes. Que se utilizaran tres hélices y no cuatro supuso un ahorro de peso y espacio considerables. Las máquinas del BISMARCK fueron situadas muy inteligentemente para prevenir posibles daños de impactos enemigos. La potencia de diseño era de 140.000 HP dando 29 nudos.
En pruebas se llegó a 150.200 HP dando 30,1 nudos, lo que le convirtió en el acorazado más veloz en el momento de su alistamiento. Su radio de acción era amplio, 9.300 millas a 16 nudos, ya que estaba previsto su empleo como nave corsaria, pero si se le hubieran añadido motores diesel a las turbinas hubiera sido bastante mayor.
Completaban las máquinas 4 grupos electrógenos.

BLINDAJE
El blindaje del BISMARCK era el mejor del Mundo en el momento de su alistamiento.
Los ingenieros alemanes no querían ni oír hablar del sistema "Todo o nada" que seguían norteamericanos y británicos y prefirieron el sistema tradicional que tan extraordinarios resultados les había dado en la I GM. Así, convirtieron a estas naves en auténticos búnkers de acero.
Sin alcanzar valores elevados, la protección constituía un auténtico caparazón de acero que envolvía todas las partes vitales de la nave y que posibilitó que tuvieran que ser los propios alemanes los que lo hundieran, ya que como admitió el almirante Tovey al BISMARCK no se le podía hundir al cañón.

La cintura acorazada de 320 mm de espesor protegía 170 m de eslora (las 4/5 partes de la nave), desde la línea de flotación medía 3 m hacia arriba y 2 m hacia abajo.
Sobre la cintura acorazada se hallaba el blindaje de batería de 145 mm de espesor y la misma longitud que la cintura, con lo que el casco quedaba completamente blindado. Las cubiertas acorazadas eran 2: la cubierta principal, de acero especial, y con un grosor de 50 mm de espesor y la cubierta protectora de 80 mm cuyos costados bajaban en ángulo hasta encontrarse con el extremo inferior de la cintura acorazada.
Esta parte de la cubierta protectora tenía un grosor de 100-110 mm. Por detrás de la cintura acorazada y el blindaje de batería un mamparo blindado de 30 mm protegía de la metralla. este mamparo enlazaba con el mamparo acorazado de 45 mm que protegía la nave de explosiones subacuáticas, por delante del cual se hallaba un mamparo deformable.
Este sistema protegía las salas de máquinas y calderas de explosiones submarinas. Los pañoles de munición, según la tradición alemana que tan formidables resultados dio en la I GM, estaban protegidos por la cubierta protectora y los locales de máquinas también, con un grosor reforzado de 108 mm. Las torres de 380 mm se hallaban blindadas con planchas de 360 mm en su frontal y el puente de mando acorazado con planchas de 350 mm.
La protección subacuática era muy cuidada, con 22 mamparos estancos transversales y 4 longitudinales de la nueva aleación Wotan Wiech Material, capaz de alcanzar una alta deformación sin llegar a romperse. En conjunto, la protección de los BISMARCK resultó formidable